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24 sept 2012

Los señores S&C

Señor C: Oye, esto de ser "el señor de Cannelle" no me acaba de gustar.
Cannelle: ¿Y eso? ¿Dos meses después de la boda ya te arrepientes?
Señor C: ¡No, mujer, que yo te quiero mucho! Lo que pasa es que ya no soy X, soy "el señor de". He pasado a ser un complemento... Pero si ese es el precio de la fama de mi mujer, pues tendré que aguantarme.
Cannelle: Oye Sésame, ¿qué tal lo lleva tu marido?
Sésame: El señor Sésame es estrictamente hablando mi pareja, nada de marido todavía... ;) Él a parte de los momentos de "Por favor, para ya con el ordenador que me tienes frito" y "Que sí, que ya me he enterado que vas a hacer ganchillo o a coser o a..." (con cara de aburrimiento/agobio/algo). Lo lleva bien.

Señor Sésame: ¡Y una mierda!
(Como podéis ver el señor Sésame es igual de fino que Sésame, todo lo bueno se pega)
Sésame: ¿Y eso? ¿Qué problema tu tienes mi amoool?
Señor Sésame: Si a mi me gusta la música heavy, ¿tú qué crees que pienso de que tengas monopolizada la banda sonora original de nuestra casa?. Si yo paso mil del pinta y colorea, ¿Qué crees que pienso de que llenes la casa de trastos?
Sésame: Todo son cosas necesarias...
Señor Sésame: Si... claaaaaaaaaaroooooooooo... Señor Cannelle, ¿hoy hacemos nosotros una lista de cosas que odiamos de Sésame y Cannelle? Yo es que estoy ya un poco hartito de que escriban cosas risibles de nosotros y... no podamos replicar.
Señor Cannelle: Por una vez que nos dan la oportunidad de escribir... vamos a por ella

Cannelle: ¿Sabes qué Sésame? Me estoy empezando a arrepentir de este experimento
Sésame:  Ya, es que a veces nos pierde la boca (a mi me pierde bastante a menudo)... y mira lo que pasa

Sésame y Cannelle no paran por casa
Sr C: Los cursos de El Club, las quedadas de modernas para hacer amigurumi, las inauguraciones de tiendas y locales modernos...
Sr S: Sumados a los días que se van de compras, o al cine con tal y cual...
Sr C: O a tomar el te con cupcakes o mochis...
Sr S: Este par no paran en casa.
Sr C: Claro, porque por mucho que nos digan "voy a tomar el te con Sésame", eso no es cosa de un par de horas, no... porque claro, tienen que ir a la tetería esa japonesa que han abierto en la otra punta de Barcelona o a comer cupcakes al Born.
Sr S: Qué ganas de complicarse la vida... con lo bien que se está en la terracita del bar Paco tomando unas cañas y unos pinchos. Nosotros para ver el fútbol no nos vamos tan lejos, no?
Sr C: En fin... no nos quejemos, que eso es mejor que monten fiestas en casa, de esas que implican que te decoren las paredes con banderines y  te hagan ponerte gafas y bigote para hacer fotos.

Síndrome de diógenes craft
Sr S: Estas dos, cuando vuelven a casa, llegan cargadas.
Sr C: Yo ya me he perdido. Un día me viene con material para hacer ganchillo y al otro también. ¿Pero no tenías agujas de esas ya? Nooo, hooombre, que estas son especiales para no sé que cosa.
Sr S: El problema es que un día les da por hacer osos de lana y al otro por hacer alfombras de baño.
Sr C: Y al siguiente llega el Festivalet y llegan a casa cargadas de ilustraciones, vestidos, collares, bolsos, cactus de tela y no sé que más.
Sr S: Y al cuarto día llega su cumpleaños. Y ala, más cosas para casa.
Sr C: ¿Eso va por Cannelle, verdad? Ya le digo yo que no le traiga tantas cosas modernas de los viajes a Sésame, como dice ella que se llaman,  que al final no vais a caber en casa.


Cari, lo siento, esto es hortera
Sr. S: Sésame llena la casa de cosas que a mi me parecen el colmo de la horterez
Sr. C: Ellas dicen que son preciosísimas
Sr. S: Pero si Sésame hace unos años prefería morir antes que tener unas cortinas de ganchillo, y mírala ahora... si es que nuestra casa parece el almacén de manualidades de un geriátrico.
Sr. C: Pues no te digo yo con la cantidad de cojines que ha hecho Cannelle... nuestra casa parece más un harén.
Sr. S: A veces me sabe mal decirle que tal o cual cosa es horrible. Es que lo mira con unos ojos de adoración...
Sr. C: Es que es inevitable, se lo tienes que decir, porque si no se lo dices... Vamos a acabar viviendo en una casa parecida a la de Cuéntame.

La foto de hoy ha sido elegida también por nuestros señores, que conste.


Cannelle: Vale, ya han rajado de nosotras a gusto.
Sésame: Bah, pensaba que iban a rajar más  pero... ¿Los dejamos sin cenar?
Cannelle: ¿De qué serviría? Ellos tienen sus suministros alimentarios cerca. Bajan y se cogen un kebab o un frankfurt.
Sésame: Hombres... en dos días se les va a poner barriga cervecera y ya verás quien se ríe entonces. 

31 ago 2012

Empezar mal el día

Sésame: Hace una semana empecé mal el viernes.
Cannelle: Si... poooobreeee...
Sésame: Yo es que tengo un imán para este tipo de cosas. No puedo hacer nada al respecto, me pasan y punto.
Cannelle: Es que claro, con tanto movimiento y tanta actividad, es normal que pasen algunas de estas cosas.
Sésame: Eso es lo que diría mi madre, añadiendo esa frase de madre "Es que no vamos bien Sésame (bueno, mi madre no me llama Sésame, me llama por mi nombre de verdad), vas como una loca todo el día"

Total, que ese viernes me desperté a la hora de siempre, me duché, me vestí y toda la parafernalia que conlleva prepararse para ir a trabajar, cogí el coche del párquing y venga, dirección Barcelona. A un kilómetro y medio de casa y mientras escuchaba las maravillosas notícias mañaneras mi teléfono vibró.

Cannelle: Nooooooooooo... ahora me vas a decir que lo miraste...
Sésame: Mmmm... no iba a decirlo por si hay alguien de la autoridad competente leyendo este blog (ahora mismo o en un futuro) pero sí, lo miré, desviándome treinta centímetros de la trayectoria hacia la derecha y haciendo que la rueda se enganchase con el bordillo.
Cannelle: Un día de estos te nos vas a matar! Y voy a llorar mucho... Así que cui-da-do, leñe.

Hecho constatable: Agujero en el neumático (no agujerito, nono... agujerazo)
Diagnóstico: Mordedura fatal de la goma de la rueda con resultado de muerte instantánea. (Rueda RIP)
Tratamiento: Sésame saca el chaleco amarillo, se lo coloca, coloca el triángulo y saca el gato. Intenta colocarlo en su posición, lo consigue, pero no puede quitar los tornillos de la rueda. Se caga en todo lo que se menea, lo intenta de diversas maneras violentas y decide que no puede. Llamada al señor Sésame que todavía estaba en casa. Transcripción de la conversación real (más o menos fiel)

Sésame (con su mejor voz de buena persona): Señor S (yo tampoco le llamo así)... Me ha pasado una cosa
Señor S. (con voz de condescendencia de alguien que está acostumbrado a que me pasen cosas raras): ¿Qué cosaaaaa?
Sésame: Mmmm... he pinchado
Señor S: ¿Has pinchado?
Sésame: Buenoooo... se ha hecho un agujero en la rueda
Señor S: ¿Qué? ¿Cómo se va a hacer un agujero?
Sésame: Bueno... es igual, que vengas a ayudarme porfa, que estoy aquí al lado y no puedo quitar los tornillos de la rueda.
Señor S: Llama a tu padre que hoy no trabaja y yo tengo que irme ya a una reunión. Si es que lo que no te pase a tí. Pero estás bien, ¿No?
Sésame: Sí, sí, si tengo el gato puesto, pero no puedo quitar los tornillos, que van muy duros.
Señor S: Pues quédate ahí y que te ayude alguien hasta que llegue tu padre
Sésame: ¿Crees que si me levanto la falda vendrá alguien antes a ayudarme?
Señor S: Tu verás...

Y sí, Sésame llamó a su padre (que no trabajaba y vive cerquísima de dónde estaba), le explicó la situación y fué a salvarla cual superhéroe cambiador de ruedas. Y es que, es bombero, y para eso se hizo bombero, ¿no? Para ayudar a la gente. Y yo soy gente (a la par que su hija).

Un momento vergonzoso fué cuando Sésame (en falda pero con el chaleco reglamentario puesto) y su padre (también con el chaleco) tuvieron que explicar la historia a dos Urbanos la mar de jóvenes y de buen ver que se pararon al ver el tinglado que tenían montado.

Sí, vale, soy una tía y la he liado con el coche. ¿Qué pasa?